domingo, 22 de abril de 2012

6-4-12 Viaje Preparación Campamento Responsable- #CaminodeSantiago


En esta jornada preparamos las etapas comprendidas entre Samos y Ribadiso da baixo. En nuestro Camino las etapas serían Triacastela- Sarria, Sarria-Portomarín, Portomarín- Palas de rey, Palas de rey- Ribadiso da baixo.

Fue un día importante de tute de coche, pero que también nos dejó preciosas imágenes y sabores del Camino.


Empezamos la mañana con una visita al Monasterio de Samos, que sin duda recomendamos por su importancia como testigo de nuestra historia, por sus curiosidades arquitectónicas, por algunos de los ilustres personajes que pasaron por allí...
Una de las cosas que más nos llamó la atención fue el detalle que nos contó el monje vasco que guió nuestra visita fue que la fuente de uno de los claustros de la que había estado manando agua sin interrupción desde el s.XVI se había secado por primera vez en los último días, prueba de la terrible sequía que atenaza estas tierras.

Empapados de la historia que emana de los muro de este monasterio, y reflexionando acerca de la vida monástica y otras cuestiones divinas, partimos rumbo a Sarria a pasear por su centro histórico, y tomar nota de datos más logísticos como situación de los albergues públicos, supermercados, centro de salud, polideportivo, guardia civil...
Destacar la bonita salida de Sarria entre iglesias e edificios históricos.

De allí llegamos a Portomorín con el espectacular recibimiento que da el río Miño al peregrino y recordando de cuando hemos caminado las etapas la dura bajada que precede a este final de etapa y lo frágil que se siente uno cruzando el enorme pontón que conecta el Camino con Portomarín salvando el mencionado Miño.


Portomarín es uno de los finales de etapa más sabrosos de este Camino Francés, con sus agradable albergue público, situado al lado de una bella zona ajardinada de frondosos árboles, que le proporcionan al peregrino sombra y descanso al aire libre en verano, tras una dura etapa y con sus soportales de piedra que cobijan algunos locales de comidas donde reponer fuerzas.


Como no recordar su singular iglesia fortaleza, coronada por nuestras amigas las Cigüeñas que observan tranquilas el devenir secular de peregrinos.
De allí fuimos siguiendo el Camino, observando como poco a poco los robledales van dando paso a los pinos y el paisaje va cambiando hasta llegar a Palas de Rey, donde a pesar de que todas las infraestructuras para el peregrino están a la entrada del pueblo, merece la pena acercarse al mismo para conocer alguno de sus rincones singulares. Para l@s que no hayáis tenido la experiencia de dormir en uno de los polideportivos que los pueblos del Camino ofrecen a los caminantes cuando se llenan los albergues, aquí va esta foto en el de Palas de Rey, para que os hagáis una idea.


El último viaje del día fue para ir siguiendo el Camino por la etapa Palas de rey- Ribadiso da Baixo, un rincón mágico para nosotr@s del que os hablaremos mañana.

Para dormir escogimos una preciosa casa rural en piedra en Ferreiros, ya que nuestra tienda había estado a remojo ya dos días consecutivos y necesitábamos entrar un poco en calor. Y así al calorcito de la chimenea de este refugio de peregrinos, fuimos cerrando este día eminentemente de preparación logística pero repleto de aprendizajes y bellas estampas que guardamos en nuestra mochila de bagajes sobre el Camino.

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