A principios de este mes parte del equipo de
Kyrios Educación nos desplazamos al Camino de Santiago para preparar hasta el mínimo detalle de la aventura que este verano vamos a vivir con el proyecto
Campamento Responsable itinerante.
Queríamos empaparnos hasta el último poro del sabor del Camino para tenerlo fresco, pero también recordar los accesos para el vehículo de apoyo, saborear su flora y su fauna, sumergirnos en su historia, hablar con sus gentes, captar la emoción de este 'Itinerario cultural Europeo'...
Y también queríamos compartirlo con tod@s aquell@s que nos seguís o estáis enamorad@s como nosotr@s de este '
Camino de las estrellas', así que plasmaremos nuestras vivencias con un post por cada día que vivimos en esta ruta de pasos infinitos.
5-4-2012
Realmente habíamos salido de
Valencia donde tenemos nuestras oficinas, el día anterior a mediodía y tras cruzarnos el país en busca de esta recorrido secular, acompañad@s por gratas conversaciones, escoltados por
Milanos y Halcones, hicimos nuestra parada ya clásica en el
Monasterio de Carracedo y de ahí nos dirigimos a la que será la primera etapa de nuestro Camino:
El alto de O Cebreiro. Pero lo que no habíamos previsto por imaginarnos nuestro Camino en Agosto era como
la blanca nieve estaba cubriendo en ese preciso instante el punto de partida de nuestras aventuras. Así que más que llegar a la aldeita que es el alto de O Cebreiro arribamos a una escena más propia del clásico Belén con todos los
edificios, árboles y suelos vestidos con un manto blanco.
En medio de aquella nevada como
intrépidos aventureros que somos, montamos nuestra tienda y nos preparamos para pasar una movida noche. Y así amanecimos...
Pero lo cierto es que nos abrigamos bien y a pesar de los 30 cm de nieve que cubrian la tienda por los lados, no pasamos frío.
Así es
O Cebreiro nevado:
Nos tomamos un buen chocolate caliente en uno de los acogedores establecimientos de la aldeita y ahí diseñamos el día de preración, todo lo que queríamos ver, investigar, preguntar, fotografiar...
Eso sí, los paisajes de los que disfrutamos en la primera parte del día fueron un
auténtico goce para los sentidos, pues el contraste del blanco de la nieve con la floración de diferentes arbustos como el
Brezo y el verde de los campos, nos depararon auténticas imágenes de postal.
Nuestro primera parada en el Camino fue en el
Alto do Poio, que con sus 1270m es el
punto más alto de la parte gallega del Camino francés. La famosa estatua del peregrino que lo corona, tenía en esta jornada más sentido que nunca con su mano sujetándose el sombrero y desafiando al viento helado que pugnaba por llevárselo en sus envites.
De ahí, siempre atentos a las entradas y salidas del itinerario con la carretera para cualquier atención que tuviéramos que dispensarles a nuestros peregrinos, a cada detalle que nos gustaría contar del entorno y paisaje, llegamos al municipio de 'los tres castillos',
Triacastela, con su
Castaño de 800 años recibiéndonos, su verde campa y el característico albergue público custodiando las aguas del río Santalla.
Allí comimos, investigamos sus recovecos, y disfrutamos de esos enormes
árboles monumentales tanto a la entrada como a la salida de Triacastela,
guardianes del Camino a su paso por esta localidad. También del mítico mensaje de
Rudyard Kipling y de la cruz de Santiago.
Como
enamorad@s de la naturaleza que somos también veníamos con la intención de impregnarnos de la exuberante naturaleza del Camino en este tramo, de su
fauna y su flora. Así que además de estar todo el viaje identificando aves que se cruzaban fugazmente en nuestro camino, árboles, algún excremento... decidimos andar una de las parte más bonitas de este Camino francés en Galicia, y es precisamente el comienzo de la etapa Triacastela-Samos.
Pudimos disfrutar de los enormes
Robles centenarios que flanquean el sendero, de algún
Arrendajo que levantaba el vuelo a nuestro paso alertando a todos los animales del bosque, del
curso de agua del río fundiéndose con el pequeño núcleo de población rural que atraviesa el Camino en esta etapa en una bellísima relación de necesidad, de cautivadoras formas e imágenes, de armonía, admiramos la audacia y persistencia de la
Hiedra que escala y atrapa a estos gigantes arbóreos gallegos y leímos las historias atrapadas en los anillos de madera de un coloso caído.
Más tarde tras un breve paso por
Samos, pues decidimos volver a la jornada siguiente con más calma, nos dirigimos hacia
Sarria, donde plantamos nuestra tienda en un precioso
robledal, un bosque con una acertada gestión por nuestros amig@s del
Camping Villa de Sarria, que a pesar de estar de reformas, nos dejaron acampar allí en ese precioso rinconcito que gestionan. Ya estuvimos allí en 2008, y disfrutamos en el mismo camping de Rapaces nocturnas y diurnas, de una Salamandra (Salamandra salamandra gallaica), del Ganado atravesando la parcela, de Zorros por la noche y algún cérvido...
Muy recomendable la estancia, y desde aquí queremos desearles lo mejor a tan agradable gente.
Con todas estas aventuras bulliendo aún en nosotr@s, despedimos este largo día, soñando con las aventuras que esta preparación del Camino de Santiago nos traería en la siguiente jornada.