lunes, 23 de abril de 2012

5-4-12 Viaje Preparación Campamento Responsable- #CaminodeSantiago


 A principios de este mes parte del equipo de Kyrios Educación nos desplazamos al Camino de Santiago para preparar hasta el mínimo detalle de la aventura que este verano vamos a vivir con el proyecto Campamento Responsable itinerante.
Queríamos empaparnos hasta el último poro del sabor del Camino para tenerlo fresco, pero también recordar los accesos para el vehículo de apoyo, saborear su flora y su fauna, sumergirnos en su historia, hablar con sus gentes, captar la emoción de este 'Itinerario cultural Europeo'...

Y también queríamos compartirlo con tod@s aquell@s que nos seguís o estáis enamorad@s como nosotr@s de este 'Camino de las estrellas', así que plasmaremos nuestras vivencias con un post por cada día que vivimos en esta ruta de pasos infinitos.

5-4-2012


Realmente habíamos salido de Valencia donde tenemos nuestras oficinas, el día anterior a mediodía y tras cruzarnos el país en busca de esta recorrido secular, acompañad@s por gratas conversaciones, escoltados por Milanos y Halcones, hicimos nuestra parada ya clásica en el Monasterio de Carracedo y de ahí nos dirigimos a la que será la primera etapa de nuestro Camino: El alto de O Cebreiro. Pero lo que no habíamos previsto por imaginarnos nuestro Camino en Agosto era como la blanca nieve estaba cubriendo en ese preciso instante el punto de partida de nuestras aventuras. Así que más que llegar a la aldeita que es el alto de O Cebreiro arribamos a una escena más propia del clásico Belén con todos los edificios, árboles y suelos vestidos con un manto blanco.


En medio de aquella nevada como intrépidos aventureros que somos, montamos nuestra tienda y nos preparamos para pasar una movida noche. Y así amanecimos...


Pero lo cierto es que nos abrigamos bien y a pesar de los 30 cm de nieve que cubrian la tienda por los lados, no pasamos frío.


  Así es O Cebreiro nevado:



Nos tomamos un buen chocolate caliente en uno de los acogedores establecimientos de la aldeita y ahí diseñamos el día de preración, todo lo que queríamos ver, investigar, preguntar, fotografiar...
Eso sí, los paisajes de los que disfrutamos en la primera parte del día fueron un auténtico goce para los sentidos, pues el contraste del blanco de la nieve con la floración de diferentes arbustos como el Brezo y el verde de los campos, nos depararon auténticas imágenes de postal.



Nuestro primera parada en el Camino fue en el Alto do Poio, que con sus 1270m es el punto más alto de la parte gallega del Camino francés. La famosa estatua del peregrino que lo corona, tenía en esta jornada más sentido que nunca con su mano sujetándose el sombrero y desafiando al viento helado que pugnaba por llevárselo en sus envites.



De ahí, siempre atentos a las entradas y salidas del itinerario con la carretera para cualquier atención que tuviéramos que dispensarles a nuestros peregrinos, a cada detalle que nos gustaría contar del entorno y paisaje, llegamos al municipio de 'los tres castillos', Triacastela, con su Castaño de 800 años recibiéndonos, su verde campa y el característico albergue público custodiando las aguas del río Santalla.



Allí comimos, investigamos sus recovecos, y disfrutamos de esos enormes árboles monumentales tanto a la entrada como a la salida de Triacastela, guardianes del Camino a su paso por esta localidad. También del mítico mensaje de Rudyard Kipling y de la cruz de Santiago.

Como enamorad@s de la naturaleza que somos también veníamos con la intención de impregnarnos de la exuberante naturaleza del Camino en este tramo, de su fauna y su flora. Así que además de estar todo el viaje identificando aves que se cruzaban fugazmente en nuestro camino, árboles, algún excremento... decidimos andar una de las parte más bonitas de este Camino francés en Galicia, y es precisamente el comienzo de la etapa Triacastela-Samos. 



Pudimos disfrutar de los enormes Robles centenarios que flanquean el sendero, de algún Arrendajo que levantaba el vuelo a nuestro paso alertando a todos los animales del bosque, del curso de agua del río fundiéndose con el pequeño núcleo de población rural que atraviesa el Camino en esta etapa en una bellísima relación de necesidad, de cautivadoras formas e imágenes, de armonía, admiramos la audacia y persistencia de la Hiedra que escala y atrapa a estos gigantes arbóreos gallegos y leímos las historias atrapadas en los anillos de madera de un coloso caído.

Más tarde tras un breve paso por Samos, pues decidimos volver a la jornada siguiente con más calma, nos dirigimos hacia Sarria, donde plantamos nuestra tienda en un precioso robledal, un bosque con una acertada gestión por nuestros amig@s del Camping Villa de Sarria, que a pesar de estar de reformas, nos dejaron acampar allí en ese precioso rinconcito que gestionan. Ya estuvimos allí en 2008, y disfrutamos en el mismo camping de Rapaces nocturnas y diurnas, de una Salamandra (Salamandra salamandra gallaica), del Ganado atravesando la parcela, de Zorros por la noche y algún cérvido... Muy recomendable la estancia, y desde aquí queremos desearles lo mejor a tan agradable gente.


Con todas estas aventuras bulliendo aún en nosotr@s, despedimos este largo día, soñando con las aventuras que esta preparación del Camino de Santiago nos traería en la siguiente jornada.

domingo, 22 de abril de 2012

7 y 8-4-12 Viaje Preparación Campamento Responsable- #CaminodeSantiago


Contamos aquí las dos últimas jornadas de nuestra preparación del #CaminodeSantiago para grupos del Campamento Responsable, que nos llevaron de Ribadiso da Baixo hasta la misma plaza del Obradoiro.



Comenzamos el día visitando ese oásis a orillas del río Iso que es el alberge público de Ribadiso da baixo, la combinación de un bellísimo paraje tejido de vegetación de ribera en un tranquilo río de interior, con las piedras medievales utilizadas para construir el singular puente de acceso al lugar y los edificios de la antigua hospedería, junto con la armoniosa aportación de los nuevos edificios en madera. Todo ello hace de este rincón, uno de nuestros espacios preferidos del Camino. Por cansado que uno llegue de esta etapa, no puede dejar de pasear por cada rincón y explorar a fondo este paradisiaco paraje.

De allí investigamos la etapa hasta Santa Irene, donde pararíamos en su pequeño o acogedor albergue, o acamparíamos en una preciosa y característica campa verde que tiene en su zona trasera.  En esta etapa el peregrino ya siente la meta cercana y todos sus sentidos comienzan a estar puestos en la cercana Santiago.

Solo una etapa y un poquito nos separa ya, de la ansiada entrada en la plaza del Obradoiro que marca el fin de nuestro Camino. El paisaje de estas últimas etapas se vuelve menos llamativo, menos singular, más uniformizado, más 'civilizado' y eso contribuye a que nuestros pies 'vuelen' hacia la ciudad que da nombre a nuestra experiencia. Y por fin, casi sin darnos cuenta, entre un gris polígono industrial llegamos a uno de los destinos con el nombre mejor escogido del Camino, Monte do Gozo.


Un lugar en donde uno si ha llegado caminando, es difícil contener la sonrisa, la alegría de que al final tras tanto esfuerzo, a veces un poquito de dolor y molestias físicas, muchos encuentros, historias, imágenes, sabores, sueños... estamos tan cerca de la meta. Uno quiere encontrarse con la gente, pararse a hablar y conocer a cada peregrino con el que nos cruzamos pues la meta, tristemente para la mayoría, también supone el fin de una experiencia que para much@s pasa por ser la mejor de su vida, para much@s acaba atrapándolos de tal forma que no pueden evitar volver año tras año a revivir esta experiencia que nos acerca a lo más auténtico, a lo más original de nuestro ser.


Los últimos kilómetros desde allí a Santiago, transcurren como un alegre paseo y pronto uno se encuentra en un imponente y precioso casco histórico en la ciudad destino, en el antiguo 'campo de estrellas'. Nosotr@s además llegamos al atardecer con lo que Santiago nos regaló un bello espectáculo de colores, matices y texturas creados por las caricias de los últimos rayos del sol despidiéndose del día.


Y por cierto, os presento al equipo de educadores/as, comunicadores/as, que estamos tramando esta aventura, a la derecha con la lengua fuera, mostrando esa alegría que a tod@s contagia, tenemos a Claudia Muñoz, educadora y filósofa, en el centro nuestra artista y bióloga en ciernes, Elena González y cerrando el grupo nuestro coordinador y quien estos relatos de aventuras escribe, @MarcosPlaSaez.

Tuvimos la ocasión de poder pasearnos por el centro de Santiago esa tarde noche siendo partícipes del alegre bullicio social, cultural, que se respira en esta capital de los peregrinos. Nos regalamos con una cena de platos sabrosos gallegos, como su famoso caldo, unos pimientos de padrón, tarta de Santiago...
Y tras deleitarnos con los sonidos de las gaitas en el entorno de la catedral, justo enfrente pasamos un divertido rato con una simpática tuna, apostada en la puerta del ayuntamiento de la ciudad.


Volvimos a la mañana siguiente antes de regresar para aprender más de la colosal catedral, presenciar el espectacular rito del botafumeiro, y cuestiones más logísticas como situación de los principales albergues, oficina del peregrino, centros de salud...

Y ahora sí, una vez completa la lista de tareas, una vez cumplida la misión de este viaje que no era otra que tener previsto hasta el más mínimo detalle, tener bien aprendidas todas las maravillas que queremos contar, que quemos transmitir para que este Camino de Santiago sea una experiencia 10 para nuestros participantes, ahora ya sí, podíamos emprender el viaje de vuelta.
Un viaje de vuelta con una sonrisa por todas las buenas vibraciones que nos dejaba este 'Camino de las estrellas', un viaje de vuelta con la energía, con las ganas contenidas de volver pronto, a caminar, contar, escuchar y disfrutar a tope con nuestros participantes.


6-4-12 Viaje Preparación Campamento Responsable- #CaminodeSantiago


En esta jornada preparamos las etapas comprendidas entre Samos y Ribadiso da baixo. En nuestro Camino las etapas serían Triacastela- Sarria, Sarria-Portomarín, Portomarín- Palas de rey, Palas de rey- Ribadiso da baixo.

Fue un día importante de tute de coche, pero que también nos dejó preciosas imágenes y sabores del Camino.


Empezamos la mañana con una visita al Monasterio de Samos, que sin duda recomendamos por su importancia como testigo de nuestra historia, por sus curiosidades arquitectónicas, por algunos de los ilustres personajes que pasaron por allí...
Una de las cosas que más nos llamó la atención fue el detalle que nos contó el monje vasco que guió nuestra visita fue que la fuente de uno de los claustros de la que había estado manando agua sin interrupción desde el s.XVI se había secado por primera vez en los último días, prueba de la terrible sequía que atenaza estas tierras.

Empapados de la historia que emana de los muro de este monasterio, y reflexionando acerca de la vida monástica y otras cuestiones divinas, partimos rumbo a Sarria a pasear por su centro histórico, y tomar nota de datos más logísticos como situación de los albergues públicos, supermercados, centro de salud, polideportivo, guardia civil...
Destacar la bonita salida de Sarria entre iglesias e edificios históricos.

De allí llegamos a Portomorín con el espectacular recibimiento que da el río Miño al peregrino y recordando de cuando hemos caminado las etapas la dura bajada que precede a este final de etapa y lo frágil que se siente uno cruzando el enorme pontón que conecta el Camino con Portomarín salvando el mencionado Miño.


Portomarín es uno de los finales de etapa más sabrosos de este Camino Francés, con sus agradable albergue público, situado al lado de una bella zona ajardinada de frondosos árboles, que le proporcionan al peregrino sombra y descanso al aire libre en verano, tras una dura etapa y con sus soportales de piedra que cobijan algunos locales de comidas donde reponer fuerzas.


Como no recordar su singular iglesia fortaleza, coronada por nuestras amigas las Cigüeñas que observan tranquilas el devenir secular de peregrinos.
De allí fuimos siguiendo el Camino, observando como poco a poco los robledales van dando paso a los pinos y el paisaje va cambiando hasta llegar a Palas de Rey, donde a pesar de que todas las infraestructuras para el peregrino están a la entrada del pueblo, merece la pena acercarse al mismo para conocer alguno de sus rincones singulares. Para l@s que no hayáis tenido la experiencia de dormir en uno de los polideportivos que los pueblos del Camino ofrecen a los caminantes cuando se llenan los albergues, aquí va esta foto en el de Palas de Rey, para que os hagáis una idea.


El último viaje del día fue para ir siguiendo el Camino por la etapa Palas de rey- Ribadiso da Baixo, un rincón mágico para nosotr@s del que os hablaremos mañana.

Para dormir escogimos una preciosa casa rural en piedra en Ferreiros, ya que nuestra tienda había estado a remojo ya dos días consecutivos y necesitábamos entrar un poco en calor. Y así al calorcito de la chimenea de este refugio de peregrinos, fuimos cerrando este día eminentemente de preparación logística pero repleto de aprendizajes y bellas estampas que guardamos en nuestra mochila de bagajes sobre el Camino.